martes, 30 de octubre de 2007

Y Esto, ¿Quién Lo Paga?



(Cockburn Street)

Hoy comentaré algunas peripecias en el restaurante que trabajo:

Al poco de llegar; James, uno de los camareros, me dijo con perfecta flema inglesa, mas concretamente de Cambridge; que yo había estado en uno de sus sueños y yo asombrado ante esa afirmación, le pregunté por ello. Y me dijo que en ese sueño: Yo llegaba a su casa bastante borracho, en plena noche y le pedía que me hiciera la cena. Él accedió y me trajo un plato con Yorkshire Pudding (básicamente es pan en forma de seta gigante), yo lo rechacé. Le dije que estaba muy cansado y que iba a dormir en su sofá, pero que antes de eso me diera un Gin-Tonic, a lo que él me dijo que, como no bebe no tiene alcohol en su casa. A la mañana siguiente, él se levantó y observó que yo ya no estaba en el sofá, que me había marchado, no sin antes dejar un rastro de vómito en el suelo.

No sé, ni que me tomara por el Dragón de Sanabria.

Ahora os paso un vídeo con unos tíos que suelen tocar en Princes Street



Ese mismo jueves, un poco mas tarde, había una de las mesas en la que se sentaron 2 escoceses (al menos eso creo) y 4 japoneses. Pidieron la comida y se pusieron a hablar de negocios, vi que uno de los japoneses sacó un maletín, lo abrió y se lo mostró a los otros dos socios (los que no eran japoneses), al yo no poder ver el interior del maletín recordé que algo parecido pasaba con el dichoso maletín de Marcellus Wallace en Pulp Fiction.

Yo continué sirviendo en las mesas. Y más tarde, vi que uno de los socios escoceses ya no estaba y que el otro estaba hablando acaloradamente con; sí, acertásteis, con James; y que la historia que ahora os cuento me la relató él.

James le dijo que la factura eran 300 libras, pero el escocés le dijo que su otro compañero de negocios había quedado en pagar la cuenta, pero que no entendía que había pasado, porque en un momento de la comida dijo su socio que tenía que ir a atender una llamada y, pasados unos 20 minutos estando sólo ante el peligro (quiero decir, delante de 4 japoneses que sólo aceptarían la mejor oferta para sus negocios) decidió ir a la puerta de nuestro restaurante para asegurarse de que su compañero seguía allí, pero no fue así.



(Interior del restaurante)

Llamó a alguien de la empresa para comentar la situación y le dijeron que su compañero había cogido un vuelo a Las Bahamas, dado que su secretaria había visto una hoja en su despacho con la impresión de un billete electrónico indicando ese destino, pero que nadie de la empresa entendía el porqué de ese viaje.

El hombre con cara entre indignada y preocupada le dio la tarjeta de crédito para pagar esa comida.

Luego, después de despedirse de los japoneses y con aparente rostro de no haberle ido bien el negocio que llevara entre manos, y que además, su compañero con el que poco antes estaba con sonrisa cómplice le había dejado solo. Pidió una botella del vino más caro y permaneció sentado en un sillón durante toda la tarde.

La verdad es que esa historia que me contó tiene mas intrigas que una peli de Hitchcock.

Dave uno de los mánagers, creo que es de Estados Unidos, que mejor que hacer una descripción de él, diré que se parece a Kingpin de Spiderman:


Me preguntó por las cicatrices que me hice con la bici, yo le dije que me estaba echando una crema y que, con ello, están disminuyendo las dos marcas en la frente, seguidamente, me dijo que el también se hizo cicatrices como las mías haciendo skating, lo que me costó creer en un tío como aquel...

Mas cositas, el viernes, al salir de trabajar, sería la 1 de la mañana, puse las luces de la bici como siempre, y emprendí el camino a casa. Pero cuando iba por York Place, vi que una agente de la policía me decía a través de la ventanilla del coche que me parara, yo hice lo que me pidió y me preguntó porque me había pasado un semáforo en verde (tenía razón, pero no era un cruce ni nada era simplemente un paso de peatones en el que me fijé que nadie cruzaba en ese momento) yo reconocí ese hecho y le dije que era la primera vez que lo hacía y que siempre me fijo en los semáforos (al decirle esa mentira me costó no reírme en su cara) la agente miró a su compañero de patrulla, movieron la cabeza de forma afirmativa, y me dijo que podía seguir la marcha, pero con más cuidado...






(Una foto de la amistosa policía edimburguesa)

miércoles, 24 de octubre de 2007

Vámonos de Pintas...















(New Kirk Gate, este cruce lo veo todos los días. Aquí acaba Leith Walk y comienza Great Junction Street)

Ayer martes (aunque para mí todavía es hoy, dado que todavía no he dormido), quedé con unos amigos que conocí por medio de la pareja de Barcelona, que eran compañeros míos de piso, y fuimos a un pub irlandés, creo que es el único que hay en todo Edimburgo y está en pleno centro.

Es el Finnegans Wake:

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Primero me presentaron a unos cuantos amigos y amigas, pero lo extraño era que no pude ver muchos escoceses en el interior del pub, creía que estaba en un pub irlandés de Madrid.

Pero cuando iba a pedir una pinta me di cuenta del porqué. Los martes sólo cuesta 1.50 libras la pinta de cerveza, es decir casi la mitad del precio habitual, y para estas cosas los españoles somos muy avispados.






(Interior del pub)






Además, pude ver que había un tío tocando en el local. Pero sólo uno, enfundado con su guitarra eléctrica y una acústica recostada en una banqueta, esperando para melodías más tranquilas.

El viejo irlandés (lo supongo por el acento) tocó clásicos temas acompañado de un MiniDisc que reproducía los demás instrumentos que participaban en cada canción, como Losing My Religion de R.E.M o With or Without You de U2. De acuerdo, venía bien para charlar con la juventud, pero hacía falta un poco de marcha.

Mientras yo iba conociendo gente nueva, como por ejemplo uno de Lugo con una camiseta que ponía "Octopus Feira Style" (¿?), pude ver que el cantante se tomó un descanso en el que se tomó una pinta de Guinness en dos tragos (recordemos, una pinta son 56 cl) y, a continuación, con una gran sonrisa, interpretó canciones típicas del folklore irlandés.

Aquello hizo que todos los allí presentes nos pusiéramos a bailar (o al menos intentarlo).



También bailaba al lado de nosotros una mujer de unos 50 años, con numerosos tatuajes en su cuerpo, digo esto porque la mujer en cuestión vestía como una p... pájara, quería decir.

A las 3 de la mañana (hora máxima para cerrar los pubs o las discotecas) varios empleados del pub empezaron a gritar que el local estaba cerrado y que nos marchásemos, al ver que no hacíamos mucho caso, mas que nada porque estábamos muy bien. Empezó a gritar ¡Come on guys, QUE HAY KA MADRUGAHR! y al menos nos marchamos con una sonrisa, dado que hizo un esfuerzo en hablarnos en español, por la evidente mayoría que había allí.

Yo una vez fui al Consulado español en Edimburgo, y os aseguro que en este pub había más españoles, que en el propio consulado.

Después de despedirnos y antes de coger el autobús me acerqué al castillo, simplemente por curiosidad, y observé que había una valla impidiendo el paso. Podréis verlo en este vídeo de penosa calidad, tanto artística como técnica:



Únicamente os paso este vídeo para comentaros que después de pasar la valla, saltó una alarma ensordecedora. Yo, tras arquear las cejas y mirar a ambos lados, buscando una vía de escape y suponiendo que alguien viniera en mi búsqueda, decidí bajar por unas escaleras que me harían llegar a Castle Terrace y, con ello, pudiera coger el autobús nocturno en Princes Street para la vuelta a casa.

Aunque estaba a unos 400 metros del castillo, todavía podía oír la alarma...

Y, por fin, llegué hasta la parada de autobús. Mientras esperaba, y observaba que cuanto más tiempo pasaba más niebla me envolvía, vi en un tablón de la marquesina que el próximo autobús llegaría a las 3:08 de la mañana.

Yo que tengo el reloj coincidiendo con el de la Puerta del Sol, pero con una hora menos, observé que cuando llegó el 22, el que debía coger, justo en el mismo instante que se paró para recogerme marcaron las 3:08, a esto lo llamo puntualidad ing... digo escocesa.

Por último un vídeo de una modelo en una pasarela, que se lleva una sorpresa...

jueves, 18 de octubre de 2007

La Historia de William Deacon Brodie














Hoy tenía el día libre y, al ser incapaz de estudiar en casa, decidí ir a un pub por el centro con: Un libro, un diccionario y papel donde ir apuntando el nuevo vocabulario que encontrara.
Mientras estaba en ese pub, vi que en sus paredes había historias escritas acerca de un hombre que según decía existió de verdad y del cual este pub a tomado su nombre.

Ese pub es el que podéis ver en la foto de arriba y, a continuación adjunto la localización:

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Es el Deacon Brodie's Tavern, está en Lawnmarket (dentro de la Royal Mile), esquina con Bank Street


Y tras leer las historias en sus cuatro paredes y hacer alguna foto dentro del pub...















(Ahí está William esperándote en el hueco de la escalera)















(William visto desde más cerca. La verdad es que las figuras del Museo de Cera de Madrid, parecen hechas por niños pequeños comparadas con esta figura)

Y ahora contaré la historia de este hombre.

William Brody nació en Edimburgo, al igual que Robert Louis Stevenson, que fue el escritor de Dr Jekill & Mr Hyde, porque digo esto, porque al parecer Stevenson frecuentaba ese pub y recordó que de pequeño le habían contado la historia de ese hombre y al escribir su novela se basaría en la vida de este hombre.

En septiembre de 1741. Brody era un ebanista muy apreciado por todos… Un vecino de lo más normal.

De día construía armarios, además de otros muchos muebles, para la gente más rica de la ciudad. Y gracias a ello conoció los alojamientos de cada uno de ellos.
Llegó a ser tan respetado que, no me digáis como, llego a ser concejal de la ciudad.
Pronto comenzó a hacer copias de las llaves de todos los clientes para los que trabajaba.




















(A a la derecha, William Deacon Brodie)

Y cada noche, entraba en sus casas y robaba, saliendo cargado de oro, joyas y dinero.
Nadie sospechaba de él, pero la noche del 5 de marzo de 1788, no pocos fueron los testigos que vieron a Brody asaltando la Oficina General de Impuestos de Escocia. Esta vez el robo fue fallido.

Y solo unos meses después, tras ser juzgado, se llevó a cabo su ajusticiamiento con la horca, al aire libre y a pocos metros de donde está en la actualidad el pub.
Lo más irónico es que la horca en la que fue ajusticiado, la había fabricado él...

miércoles, 17 de octubre de 2007

Traigame La Cuenta...¿Cómo Me Ha Llamado?















(Toda la Royal Mile está rodeada de edificios de piedra.
Este edificio está a la altura de Canongate)

El pasado domingo en el trabajo; Charly, uno de los camareros; metió la pata hasta el fondo.

Primero, me preguntó que si ese día trabajaba Leticia, una chica española, yo me reí, y le dije que había dejado el trabajo hace una semana, que si no se había dado cuenta...
Pero lo bueno fue cuando llegó una mesa de 8 españoles. Servimos los platos sin ningún problema hasta que uno de los hombres de la mesa, era gallego, dice:

Cliente: Can I have the bill, please" (Pedir la cuenta de manera muy educada).
Charly (camarero): Of course, Hijo de puta (esto en español y sonriendo)

A continuación, el gallego y demás comensales se pusieron como una fiera y por un momento pensé que el asunto iba a llegar a las manos, lo cual en ese momento me parecía divertido (reconozco, que es el único camarero que me cae mal) pero, no sé porque apareció mi lado bueno y decidí ayudarle y, con ello, al restaurante.
Primero me acerqué y le dije que por qué coño le había dicho eso al cliente y me contestó que alguien le había dicho que "Hijo de puta" (en español) es una expresión muy divertida, a lo que le contesté que depende, pero que ni mucho menos diga eso a alguien totalmente desconocido, a no ser que se lo merezca.

Y ahora, a continuación, un vídeo de cosecha propia para amenizar la historia...


Retomo la historia: Después de que me aclarará Charly lo estúpido de su acción yo tenía ganas de reírme por la situación, pero había que hablar con un gallego enfadado, y con una vena que se le marcaba en el cuello como la de María Patiño.
Me acerqué a la mesa y les dije que disculparan al camarero, porque este llevaba pocos días en prácticas (en realidad lleva un año trabajando allí, pero no sabía que inventarme) y que al llevar pocos días trabajando quiere hacerse el gracioso con los clientes y que, además, alguien que por error, o quizá a posta le dijo que dijera esa frase.

Pasados escasos minutos el gallego se tranquilizó...
Y le pregunté de que parte era de Galicia, me dijo que de Pontevedra, y le comenté que yo he estado en O Grove y en Pontevedra ciudad. Le dije también las virtudes de la Merluza a la Gallega y el hombre hasta empezó a sonreír.
Con lo cual se fueron contentos, y al final, Charly, un mánager y más empleados, después de que se fueran los de la mesa, me agradecieron tanto lo que había hecho que por un momento pensé que me iban a besar la...quiero decir, los zapatos.







(¿London Calling?)











(High Street esquina con Jeffrey Street)







Al día siguiente, llegué a casa y charlé con Campbell (australiano) y Jacyn (canadiense, de la parte francesa) que son pareja y me comentaron que estaban hablando de algún cantante español, me preguntaron que cual era mi favorito, yo pensé que la única banda de rock con éxito después de Héroes del Silencio ha sido El Canto del Moco; y al no saber que grupo español decirles; lo reconozco, la mayoría de mis grupos favoritos son británicos; me dijeron CAMELO SISTO, primero me reí, por como lo pronunciaron, les dije que fue un artista de éxito y luego les mostré un vídeo muy typical spanish, es el Principe Gitano interpretando una canción de The Beatles...








(Hotel Radisson en High Street)








Y para acabar, os paso este vídeo, con permiso de Arvydas.
Karlos Arguñano en tu cocina...impagable

viernes, 12 de octubre de 2007

A Estirar Las Piernas















Hoy era mi día libre, y he hecho muchas "cosas": Me he levantado a las 2; he cocinado algo de pasta de sobre, que en 4 minutos estaba hecho; me he conectado a Internet un buen rato; y cuando iba a salir a la calle, he recordado que la gente tiene la extraña manía de cerrar sus establecimientos pronto, como a las 5 y media, como si todos se hubieran confabulado en que no pudiera comprar nada, pero no pudieron derrotarme, je, je, porque el LIDL cierra a las 10 de la noche.

Así que había tiempo para irse al centro, dar una vuelta y encontrarme ese cacharro que veis en la foto de arriba. Lo vi a la puerta de un restaurante indio, quizá sirva para reparto a domicilio, aunque va a ser difícil, dado que no hay asientos, ni un volante

Y además pude grabar otros dos vídeos que harán las delicias del respetable (seré sincero, son una "castaña" pero, yo no doy pa' más). Aquí viene el primero...

A quién no le ha pasado aquello de quedarse sin batería en el móvil, ir a pedirle a alguien un cargador y como es de distinta marca, o distinto modelo, pues no funciona. Pero, según he leído en un periódico de hace unos días, las principales marcas de móviles (Nokia, Motorola, Sony Ericson y Samsung) van a lanzar un cargador universal, para que se pueda usar en cualquiera de los móviles de las marcas citadas.

También estuve leyendo en otro periódico que en la India van a sacar a la venta, este otoño, un coche por 2500 dólares (que al cambio son unos 1780 euros. Pero como yo estoy montado en la libra, pues para mí son unos 1230 pounds). No sé, el precio parece bastante irrisorio. Yo, con este precio me imagino la leyenda que circuló en mi colegio, hace ya bastantes años, acerca de que el ridículo Renault Twingo (ese coche que era más pequeño que el Smart) en lugar de tener airbags laterales, tenía dentro de la puerta, cartones de huevos "para protegerte" de los golpes... Añoro un poco esa época en la que nos creíamos ese tipo de cosas.















(La ciudad a las 7 de la tarde, desde North Bridge)

Luego, cuando iba por Grassmarket...















...Decidí ir por Blair Street y, vi que de esa puerta...















...Salió un tipo de unos 50 años con traje y maletín y con una marca de carmín en su mejilla. Y pensé (no siempre lo hago, a veces dejo mi cerebro en Stand-By) que una sauna no es una lugar muy para heterosexuales, así que lo más seguro es que una locaza (con todo el respeto) se hubiera pintado los labios y le hubiera dado un beso de despedida...

Otro vídeo de lo más casero, para mi respetable público...



Aunque al final del vídeo digo que voy a grabar en la Royal Mile, no grabé nada, porque había un sin techo, que no paraba de pedirme dinero, como si yo fuera en Rolls & Royce, no te jode, y fue tanta su insistencia, que descarté grabar más vídeos.

Y para despedirme, he visto que en las estadísticas de las visitas a mi blog, una persona del apacible estado de Wisconsin, ha visitado mi blog. Y yo como homenaje, os paso algunas imágenes:












martes, 9 de octubre de 2007

Como Está El Patio


Como con frecuencia escucho varios programas de radio españoles, descargándomelos porInternet (La Rosa De Los Vientos; El Cine, De Lo Que Yo Te Diga y No Son Horas)
Pues con el último de los programas, me enteré que la policía colombiana confiscó una gallina a la que unos desconocidos colocaron un alijo de cocaína a las patas y las alas, en una región fronteriza con Venezuela, donde hace un año fue incautado un pavo con droga en su organismo.
El hallazgo ocurrió tras una inspección de rutina en un autobús. Y encontraron 250 gramos de droga.
No hubieron detenciones debido a que el dueño de la gallina saltó del vehículo antes de que los agentes pararan el autobús, las autoridades recordaron que hace un año sus hombres incautaron en la misma zona un pavo con varias cápsulas de cocaína en el organismo, por lo que anunció que se reforzarán los controles para el transporte de animales en esa región.

Otro vídeo mío...


Me enteré de que se han sido incautadas aceite de culebra y extracto de garrapatas que se vendían en una santería en Ciudad Lineal, y obviamente no habían pasado los controles sanitarios. Por si alguien no sabe donde está Ciudad Lineal, os adjunto el nuevo mapa del Metro de Madrid, haber cuanto tardáis en encontrar esa estación.














Y por último, otra historia peculiar, ésta ocurrió en Jaén hace unos días.
Tres trabajadoras de una empresa de aceites resultaron intoxicadas al ingerir una tarta, en la que en su interior había marihuana. Fue en la celebración del cumpleaños de su jefe, que ya ha sido detenido y puesto a disposición judicial.
El suceso se descubrió cuando la Policía Local se encontró con las tres jóvenes, que solicitaban ayuda a los agentes por encontrarse mal tras ingerir la tarta en una celebración de cumpleaños entre compañeros de trabajo.

A lo que, fueron trasladadas a un hospital, donde fueron diagnosticadas con pronóstico reservado por ingestión de cannabis, y permanecieron ingresados hospitalario.
A las preguntas formuladas por los agentes, comentaron que estuvieron en una casa donde tomaron alguna que otra copa y una tarta, "al parecer sazonada con abundante marihuana", de ahí que tras comerla comenzaran a sentirse indispuestas con mareos, náuseas, así como pérdidas de consciencia y orientación.
Por estos hechos han sido detenidos el administrador de la empresa de las jóvenes, y una ciudadana de nacionalidad colombiana encargada del servicio doméstico en el chalé y han quedado en libertad con cargos.

Y venga más...

Apatrullando La Ciudad















(Son 75 libras, pero si vienes mañana...)

Hoy libraba en el curro y tenía ganas de darme una vueltecilla por la ciudad. Y bueno el día empezó emocionante, dado que, tras salir de una tienda apareció un tío en silla de ruedas a un ritmo vertiginoso y casi me atropella.

Luego, me di un paseo por Leith Walk, porque tenía que ir al cajero (IMPORTANTE: Si te abres una cuenta aquí y te dan una tarjeta, dicha tarjeta sólo te sirve para sacar dinero del cajero, porque ya he hablado con mas gente de por aquí con respecto a ese tema, y primero te dan una tarjeta y mas adelante, quizá cuando a las ranas les crezca pelo, te darán una tarjeta con la que puedas pagar en tus compras. Vamos, ¡una tomadura de pelo!).

Vi una tienda de música, la de la foto, encontré una guitarra eléctrica en el escaparate, pero no tenía el precio, así que entré en la tienda para preguntar cuanto valía, simplemente por curiosidad, pero antes de eso había otra persona que estaba interesada en una guitarra acústica y le decía al dueño que no le importaba que fuera de segunda mano, que la necesitaba para hoy mismo porque tenían concierto y el dueño le contestó con algo que me sonó tan absurdo, que pensé que no me enteraba bien, pero al repetírselo, no había duda. Le dijo que hoy valía 75 libras, pero que si venía mañana valdría 50, a lo que el cliente le dijo que si se lo podía poner al precio de mañana, y el dependiente le dijo que no era culpa suya, que era una oferta que había puesto el jefe a partir del día siguiente. El cliente le insistió diciéndole que si en el ticket podía poner que la fecha era del día siguiente, pero ni con esas. Después de eso, no me apeteció esperar mas para preguntar y me marché pensando en lo raro de la situación, pero sobre todo, que el dependiente no debería haber dado mas datos de los debidos, para que dijo que mañana era mas barato, lo único que consigue eso es que el cliente se marche con una sensación de que le están tomando el pelo.

Aquí os paso uno de mis vídeos, en el cual queda demostrado que se me está yendo la olla...

lunes, 8 de octubre de 2007

¿Leyenda o Realidad?














(La cueva en la que vivieron Sawney Bean y su familia)

Hoy, buscando en Internet excursiones que se puedan hacer en las Highlands, encontré una excursión que distaba mucho de la típica visita al Lago Ness. Podías ir a la cueva en la que vivieron durante varias décadas Sawney Bean y familia. Y, me interesé en saber la historia:

Aunque, podría ser una leyenda, está tan arraigada en estas latitudes, que pienso que podría haber sido cierto, aunque cueste creerlo.
Esta historia inspiró la película "Las colinas tienen ojos" dirigida por Wes Craven en 1977.

Sawney Bean nació en el condado de East Lothian, a unos trece kilómetros
al este de la ciudad de Edimburgo, durante el reinado de Jaime I de
Escocia. Su padre era jardinero y quería preparar a su hijo para el mismo trabajo. Pero el hijo, terminó por abandonar a sus padres y trasladarse a una región más deshabitada, llevándose con él a una mujer de inclinaciones tan perversas
como las suyas.
La pareja se instaló en una cueva, cerca de la playa del litoral del
condado de Galloway; allí vivieron durante más de veinticinco años, sin salir de allí en todo ese tiempo.

















Tuvieron un gran número de hijos y nietos, a los cuales
criaron a su semejanza, sin la menor noción de
humanidad. Nunca tuvieron ninguna compañía, y sobrevivían robando, siendo, además tan crueles, que nunca
robaron a nadie sin asesinarlo previamente.
El hecho de vivir tan apartados del mundo, provocó que pasara mucho tiempo sin que fueran descubiertos, sin que nadie sospechara cómo se perdían las personas que pasaban por el
lugar donde ellos vivían. Después de haber asesinado a una persona, transportaban el cadáver a la cueva, y allí lo
descuartizaban y después se lo comían. Normalmente solían arrojar al mar piernas y brazos de esas
víctimas, probablemente habiendo perdido el interés del cadáver procurando hacerlo a una gran distancia de la cueva en que
vivían, aquellos miembros eran devueltos con frecuencia a la
playa, para asombro de
los bañistas.
La alarma fue en aumento, ya que no se podía viajar con seguridad por cerca de la cueva de aquellos individuos carentes de alma.
La justicia se ejerció con la mayor
severidad imaginable, a fin de evitar aquellas frecuentes y atroces
hazañas.
Y provocó que los viajeros se sintieron tan incómodos prefiriendo volverse a su lugar de origen.
En una palabra, toda la región quedó casi despoblada. La familia de Sawney, mientras, continuaba creciendo. A veces
atacaban a cuatro, cinco viajeros al mismo tiempo, pero nunca a más
de dos si iban a caballo.
El número de asesinatos cometidos por aquellos salvajes no llegó a
conocerse nunca con exactitud, pero se calculó que en los veinticinco años
que duraron sus fechorías habían lavado sus manos con la sangre de un
millar de hombres, mujeres y niños, al menos.
Fueron descubiertos porque un hombre y su esposa regresaban a su casa y se lanzaron furiosamente
sobre ellos. El hombre se defendió valientemente con su espada y su pistola,
acabando con algunos de los asaltantes.
En el transcurso de la lucha la pobre mujer cayó al suelo, e
inmediatamente fue asesinada ante los ojos de su marido, ya que los caníbales la degollaron. Y prefiero no entrar en detalles.
Con suerte, mientras luchaba desesperadamente, se presentó
un grupo de veinte o treinta hombres que había estado en una feria cercana, y
ante esa cifra numerosa Sawney Bean y su clan decidieron
retirarse a su cueva.
El hombre, que era el primero que salía con vida de una emboscada de esos asesinos, contó a los recién llegados lo que había ocurrido y
les mostró el cadáver de su esposa, que los forajidos no habían podido
llevarse. Todos quedaron horrorizados ante lo que les contaba.
Tres o cuatro días más tarde, Su Majestad en persona, con un ejército de
cuatrocientos hombres, fueron al lugar donde se produjo la
tragedia.
Fueron con el hombre que había sido atacado y se llegaron con suficientes perros como para rastrear una amplia zona. Finalmente,
algunos de los sabuesos entraron en la cueva, de modo que el
rey, con sus ayudantes, volvió. Entraron en dicha cueva y el espectáculo que era desolador. Piernas, brazos, manos y
numerosos cuerpos colgaban en el techo.

La familia de Sawney, en aquella época, se componía de su
esposa, ocho hijos, seis hijas y, de relaciones incestuosas, dieciocho
nietos y catorce nietas.
Todos fueron encadenados. Los soldados recogieron
todos los restos humanos que pudieron encontrar y los enterraron cerca del lugar. Luego cargaron con los tesoros que habían reunido los asesinos y
regresaron con sus prisioneros a Edimburgo.
Sawney Bean y los miembros de su familia no asumieron sus crímenes
ante ningún tribunal.
Los hombres fueron descuartizados; les amputaron brazos y piernas y los
dejaron desangrar hasta que les sobrevino la muerte al cabo de unas horas.
Después de haber sido espectadores del castigo dictado por el rey los
hombres, la esposa, las hijas y los nietos fueron quemados en varias
hogueras. Todos aquellos malvados murieron sin dar la menor
señal de arrepentimiento mientras morían.

domingo, 7 de octubre de 2007

Pequeñas Diferencias














(The Assassination of Abraham Lincoln)

He notado que hay algunas palabras que utilizamos en español que son las mismas y en inglés dependiendo de un pequeño detalle se usa una distinta palabra y viceversa. Un ejemplo:
Hoy he visto, que no es lo mismo "assassin", que "murderer". Hay una diferencia, assassin, es una persona que mata alguien famoso o por motivos políticos y murderer o killer es alguien que mata a otra persona anónima. Es decir, que si eres famoso es un assassination y si no el titular del periódico se queda en murder, creo que esta diferencia en estas palabras es bastante morbosa, además quien decide si una persona es famosa o no, hay un especialista que decide que término se puede utilizar en cada situación, es decir si era un vulgar famosillo y fue asesinado que palabra utilizamos. Es que el inglés, hay veces que diferencia una palabra con otra en detalles escabrosos.

Cambiando de tema, aquí os paso un corto que he encontrado titulado "Tyger" y está basado en un libro de William Blake. Visualmente está muy bien hecho. Aunque, claro, ésa es mi opinión.

Tyger

¿Esto es un Bar o un Karaoke?















(Iglesia, que mas tarde fue reconvertida en restaurante)

Hoy era el cumpleaños de Jorge y habíamos quedado en un pub cerca de casa de él y mía con algún amigo suyo, como Carlos, Juan o Jorge (este es otro Jorge, no es que me repita), para tomar unas cervezas.
Pero antes de ir para allá, caminaba por Commercial Street y al pasar por la iglesia que podéis ver en la foto, me fijé que en la puerta ponía el nombre de un restaurante, pero lleva cerrado unos años. Con lo cual, fue una iglesia, luego un restaurante en el que espero que dieran algo mas que ostias consagradas y, además debería ser extraño comerte unos haggis o unos fish & chips en la que fue la casa del Señor. Pero ahora desgraciadamente es una bonita fachada, sin techo, posiblemente porque se derrumbó. Una pena.

Retomando el tema, llegué al pub y ellos ya habían empezado una partida de billar y aunque yo soy bastante malo jugando, me gusta jugar y me apunté, por supuesto. El local no está mal, tiene bastantes televisiones, porque televisan cualquier acontecimiento deportivo: Rugby (que estuvimos viendo como Francia ganó a Nueva Zelanda en el Mundial, una pena, porque yo no iba con los gabachos), fútbol, baloncesto, ese ¿deporte? tan esforzado como es el golf, etc, pero cuando llevábamos unas tres partidas, vimos que eso ya no parecía un sports bar y que la iluminación cambió un poco, dado que comenzaron una sesión de karaoke y los otros clientes que había, me demostraron que la vergüenza se la habían dejado en casa.















(Cantando aquella de: Para bailar la bamba...)

Así que nosotros estuvimos jugando al billar y el resto (que no eran muchos) cantaban (o al menos lo intentaban)

Al parecer se cumplen 100 años de la Gran Vía de Madrid y como homenaje os paso un link en el que se comentan los episodios que se han vivido en esta famosa avenida durante todo este tiempo:

Cien años en la Gran Vía · ELPAIS.com

sábado, 6 de octubre de 2007

¿Risotto o Paella?















( Tonecas' ¿Risotto?)

Después del accidente, reconozco que el huevo que tenía en la cabeza se me ha desinflado casi totalmente, hoy había que volver a trabajar, pero empezaba por la tarde, con lo cual daba tiempo a hacerse la comida con calma. Y decidí hacer un risotto, por un lado iba echando agua cada cierto tiempo en la cazuela que tenía arroz, para que fuera cogiendo ese estado mantecoso y mientras en una sartén con pimiento verde, amarillo y rojo en tiras acompañado un poco de carne, cebolla, ajo y mantequilla, lo junté con el arroz. Pero pensé que sería una buena idea echarle alguna especia para que cogiera color, como el azafrán, pero en estos lares, no es fácil encontrarlo, con lo cual le eché de un frasco que pillé por la cocina y no tenía ni idea de que era, en la etiqueta decía: ground turmeric (cúrcuma, al parecer, es uno de los ingredientes que se usa para hacer el curry) y yo sin pensármelo mucho lo eché en la sartén y empezó a coger un color amarillo intenso.
Les comenté a 3 compañeros del piso que había en ese momento en el salón, si querían probar un poco, accedieron y uno de ellos tras probar un poco dijo: Paela y Olé y yo le dije que se dice Paella, pero aunque lo intentaba sólo podía decir Paela y bromeé con él comentándole que lo decía igual que un chino, pero la de Corea del Sur, me miró con cara rara, no se porqué...
Estuvieron de acuerdo en que no estaba mal (bastante raro, contando que he llegado aquí sin haber preparado nunca antes unos macarrones o espaguetti con tomate, por ejemplo) y yo les dije que lo titulaba Antonio's Risotto, pero no me hacían caso, decían que eso era paella y yo intentaba explicarles que eso se cocina de otra forma, pero no hubo manera.















(Esta...por papá)

Después fui a el restaurante a currar y comprobé que cada vez que iba a una mesa a entregar algún plato, me preguntaban por el parche en la cabeza y yo explicando un montón de veces la misma historia de la bici... Una de esas veces, en una mesa de dos parejas de unos 50 años, una de las mujeres, me escupió un montón de preguntas: ¿Oye que te ha pasado? , ¿Y no llevabas casco? , ¿Los policías fueron amables? , ¿Qué tal te trataron en el hospital? , ¿Tendrás mas cuidado la próxima vez? , ¿De dónde eres?... Yo empezaba a estar harto de que un perfecto extraño se preocupara como mi madre y mientras le contestaba a su interrogatorio, observé que el que suponía su marido (que parecía Coto Matamoros, pero a la escocesa) se estaba partiendo la caja, pero no creo que fuera por mi inglés, quizá fue que la mujer le había dado más al tinto que otra cosa.

Luego, cuando estábamos recogiendo los segundos platos de una mesa de unas 15 personas, vi que todos tenían unos 30 años, salvo una intrusa de unos 60 años y que debía estar tan sumamente aburrida que empezaba a tener sueño y comenzó a hacer eso que algunos hacen en el metro, eso de cierro los ojos, se me cae la cabeza, pero vuelvo a despertar. Pero, cuando íbamos con los postres, la mujer cedió y se quedó roque (vamos, más dormida que yo viendo una peli de Jose Luis Garci), pero la puntilla fue cuando alguien de la mesa sacó una especie de corona, tipo Burger King y se la puso en la cabeza, incluso los camareros se reían de esa señora, yo al principio me reí, pero luego me dio algo de pena.

Y por último, me he enterado que en un juicio en Estados Unidos, le obligan a pagar a una mujer 156.000 euros, por compartir 24 canciones (6.600 euros por canción) con el programa Kazaa a través de Internet.
Desde aquí, quiero decir que me parece una de las sentencias más desproporcionadas que he oído nunca y me solidarizo con esa mujer (quién sabe, podría pasarme a mí también).

viernes, 5 de octubre de 2007

Policías De Pega















Hoy, leyendo el periódico, me he enterado que en una gasolinera de los alrededores de Edimburgo solían robar, la mayoría eran menores de edad. El dueño de dicha gasolinera y la policía alertados por las cifras buscaron una solución y lo que han hecho es un poco absurdo, pero ha tenido resultados positivos, pusieron a un policía de cartón a escala real, como el de la foto y al parecer lleva dos años hay puesta y ha bajado notablemente la cifra de robos en la tienda de la gasolinera. Yo me pongo un momento en la piel de alguien que va a robar en la tienda y cuando saliera cogería el poli de pega y lo dejaría en un cubo de basura.
Pero, tengo dudas, es posible que los que solían ir a robar allí sean tan subnormales que ven un poli de cartón y totalmente inmóvil y salen por patas, no sea que les saque las esposas y comience a correr como un muñeco de Lego enorme.

Después fui a comprar algo a una tienda...















(Entrada de la tienda)

Y quería comprar pan rayado, pero no me acordaba de como se decía, así que intenté explicarle a la dependienta que quería pan del que luego puede ir pegado a un filete, es que hay veces que uno no sabe como explicarlo y se mete en un jardín.
Y me contesta en español, con un marcado acento andaluz: Tú lo que quiereh eh pan rallao', no? y yo le dije que sí (aunque pensando en el ridículo de la situación intentando explicarle algo cuando ella sabe perfectamente mi idioma, no sé podía poner una pegatina en la camisa poniendo hablo español, no es necesario que tarde 2 horas para explicarse, hablo su idioma, aunque quizá es una frase muy grande para llevarlo puesto.

Bueno, con un chichón que me ha bajado de hinchazón (vaya pareado más tonto me ha salido) me despido.

jueves, 4 de octubre de 2007

Jornada Accidentada















(Tonecas aguardando en camilla al doctor)

Hoy, salí de trabajar pronto, serían las 2.30 de la tarde y como siempre hago cogí la bici para volver a casa y cuando iba a mitad de camino, no sé que pasó si habría alguna piedra o una imperfección en el asfalto, que perdí el control de la bici y aunque el ser humano suele cubrirse la cabeza con los brazos de manera instintiva, yo no pude, porque tenía las manos en los mandos de la bici, y me caí del lado derecho dándome un fuerte golpe en la cabeza y en el codo.

En el suelo e intentando coger la bici a toda prisa, dado que estaba en medio de la carretera, miré para atrás y vi un autobús que venía a toda prisa dónde yo estaba, pero, como en las películas, pegó un frenazo tal, que se quedó clavado a escasos centímetros de mí.
Dos personas me auxiliaron, una llamando a la ambulancia y la otra dándome un kleenex, mientras miraba a mi frente como si fuera algo desagradable. Me toqué la frente por la parte derecha casi en la sien y noté que tenía un huevo del tamaño del de una avestruz y que además había dos heridas que sangraban notablemente. Llegó la ambulancia, vi que prácticamente habían cortado la calle entre coches de policía y tal, por un momento pensé que esta cobertura desproporcionada daba la sensación de que Elizabeth II estaba aquí de visita y le había dado un infarto.
Me tumbaron en la camilla, un policía me hizo varias preguntas y yo le pregunté por la bici, él me dijo que la iban a dejar en comisaría y que cuando pueda podré ir a recogerla.
Me llevaron al hospital con dicha ambulancia dos tíos superamables y me dejaron en una camilla poniéndome una máscarilla con oxígeno (reconozco que me estaba adormilando poco antes de que me lo colocaran, no sé si quizá estaba a punto de perder la consciencia. Afortunadamente no fue así) como si fuera un viejo a punto de morir o algo así, aguardé 2 horas y media sin que me dijeran nada, me fui al baño y cuando me vi en el espejo, pensé que Freddy Krugger me había dado un zarpazo en la frente.

Afortunadamente, me hicieron Rayos X y aparte de un cerebro con pocas neuronas, no ha habido rotura de cráneo. Me estuvieron limpiando las heridas y les pregunté si me iban a poner unos puntos, pero dijeron que no era necesario y me pusieron unas tiritas con una especie de parche por encima que parece que tengo una compresa o algo así en la cabeza.

Ahora que lo pienso podía haber sido peor.

Por lo demás, cuando llegué a casa para hacerme algo de cenar, conocí a mis nuevos compañeros de piso (recordáis, esa pareja que ella es de Corea del Sur y él de Líbano, son muy amables y tal, aunque yo preferiría gente más animada, pero no se puede pedir todo.

Moraleja: Aunque parezca un pringao' a partir de ahora usaré el casco.

miércoles, 3 de octubre de 2007

See ya' later


Aquí estoy con Ana, una de mis compañeras de piso, despidiéndose de mí, porque mañana muy temprano cogerá el vuelo de vuelta para su ciudad natal, Barcelona. Es una verdadera pena, porque hemos pasado muy buenos ratos y me alegro por ella, aunque ahora vuelva para España, espero que le vayan bien las cosas.

Ahora el piso, sin Andy, un chico irlandés majísimo que se acaba de marchar y los de Barcelona, el piso puede que quede un poco soso, aunque ya intentaré hacer una fiestecilla de vez en cuando. Y, bueno la habitación que ocupaba la pareja de Barcelona, la ocupará una pareja de lo más exótica, que todavía no he visto: Él es de Líbano y ella es de Corea del Sur.

Por lo demás, ayer, mientras fui con Ana al Arthur's Seat (que dice la leyenda que el Rey Arturo cuando se aburría se subía a una colina... o algo así. A decir verdad, como yo no viví en esa época, me da un poco igual) pude tomar algunas fotos como éstas:















(Hollyroodhouse Palace en el centro de la foto, mientras subíamos al Arthur´s Seat)















(Ya queda poco para llegar a la cima)















(Desde lo más alto)

Y después de la excursión, fuimos con una amiga suya, que se llama Corinne, de marcha















(Justo antes de tomarnos la segunda ronda)

Estuvimos charlando largo rato y uno de los momentos más graciosos fue cuando Corinne nos contó cual es la frase que usan los tíos usualmente para enrrollarse con una tía en la discoteca o donde sea: How do you prefer your eggs in the morning? (Cómo prefieres los huevos por la mañana). Como se las gastan por aquí, quizá pruebe a decirle eso a una escocesa a ver que pasa.

Lo siento Pablo, pero no tenía ninguna foto tuya para colgar.

lunes, 1 de octubre de 2007

Pasen y Vean















Ahora que recuerdo os había hablado de que estaba pintando mi habitación, pero no os había enseñado el resultado, y aquí podéis ver tanto en fotos como en vídeos con una interpretación merecedora de un oscar, mi habitación, quizá más adelante os pase unas fotos de el salón y la cocina que comparto con mis compañeros de piso.

Me da un poco de pena, porque la pareja de Barcelona se vuelve para allá dentro de dos días y van a hacer una fiestecilla de despedida en casa y seguro que habrá grandes momentos que os pueda contar...



El sillón que podréis ver en el siguiente vídeo lo compré en una tienda de segunda mano pero, la verdad, está como nuevo y sólo me costó 10 libras. Cuando el dependiente, que se parecía a Popeye, pero con más tatuajes que un ex-presidiario, me dijo el precio, le dije: Me lo llevo. El tipo en cuestión me dijo que si quería por otras 10 libras me lo traían a casa y yo le dije que no era necesario, que yo vivía cerca y que lo podía llevar hasta casa. Cierto es que sólo eran unos 400 metros llevar a hombros el sillón hasta casa, pero recuerdo que durante todo el trayecto todo el mundo me miraba como si lo hubiera robado o algo así.
Poco antes de llegar a casa, deje el sillón en el suelo (en plena calle) para descansar un minuto y un vagabundo me preguntó si se lo podía llevar, mientras yo estaba sentado en el sofá y yo le dije que por 30 libras se lo vendía y me contestó con que me fuera a la mie... que poca educación de verdad.



Antes de despedirme, he hablado con mi padre y el coche que solía coger en Madrid lo ha llevado al taller a ver si le ponen el alerón de un Renault 19. Primero le dije que si no tenía otra cosa mejor que hacer, que yo cuando me aburro escucho música o leo un libro y no me voy al taller a que me tuneén el coche, que no es mi estilo.