jueves, 27 de septiembre de 2007

En El Super















Hoy a las 9 de la noche, me acordé que tenía que comprar unas cosas y decidí, por una vez, ir al TESCO que hay en Great Junction Street en lugar del LIDL.
Primero me di cuenta de que los productos eran bastante más caros que en el LIDL, pero había cosas que no puedes encontrar en el otro lado.
Por ejemplo, el cajero auto-servicio, aparte de los típicos cajeros con dependientes, había dos puestos donde podías poner tu compra en un soporte y luego tú mismo pasabas los productos con el código de barras por el lector. Yo me acerqué al cajero con dependiente, que me es más familiar y me dijo que no, que tendría que pagar en los puestos de auto-servicio y mientras con cara de resignación me iba a la otra cola, vi que el tío se quedaba ahí sin hacer nada, es decir, informatizan los cajeros para que tú solo puedas comprar sin necesidad de haber trabajadores, dado que si no pasas algún producto por el lector saltará la alarma (bueno, menos en la tienda de Virgin. Si no sabes de que hablo lee mi anterior post) pero la escena que vi fue: Los clientes trabajando, es decir pasando los productos por el lector y pagando, y los dependientes de brazos cruzados mirando inexistente telarañas en el techo.

Ahora bien, lo mejor fue cuando un chico, que yo le echo 18 años, no sabía como iba eso de pasar los productos por el lector y preguntó como iba la dichosa máquina, un empleado que se estaba tocando... la rabadilla, vio que el chico intentaba pasar una manzana por el lector y le dijo que por el momento no ha conocido ninguna manzana con código de barras (je, je) y que es mejor si prueba con meter esa manzana en una bolsa de plástico y colocar el código de barras que le da la balanza después de haberla pesado.
Yo, que estaba enfrente, también pasando los productos por la máquina, estaba tan entretenido viendo esa escena que estaba ya a punto de salir de la tienda, no sin que antes un amable abuelo me llamara la atención con un billete de 5 libras en su mano diciéndome que era mío y yo lo cogí y por supuesto le agradecí mi torpeza.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Yo No Quería...















Ayer lunes, estaba en la tienda que veis en la foto (que está en Princes Street) y mientras estaba viendo unos CD's de música me llamó Laura (forma la pareja con la que estuve viviendo entre julio y agosto) y con el ruido que había en la tienda, salí de allí, para escucharla bien, sin darme cuenta que llevaba un CD en mis manos que no había pagado. Al salir de la tienda charlé con ella un rato por el móvil y cuando colgué el teléfono, vi que en mi otra mano estaba el CD. No entendía que pudiera haber salido de la tienda con los controles de seguridad típicos de cualquier tienda y que ningún segurata me hubiera dicho nada.
En aquel justo instante tuve una duda moral, volver a la tienda y decirles que por despiste me había ido con el CD sin pagar, lo cual sería bastante estúpido, además de gracioso intentándolo explicar en inglés, la otra opción era largarme como si aquí no hubiera pasado nada, finalmente opté por la segunda opción. Pero lo gracioso es que cuando me iba con el CD en las manos recordé que todavía me faltaba por comprar unos pósters de cine que sólo había encontrado en esa tienda, así pues, hice algo bastante raro: Decidí que si volvía a la tienda dónde me había llevado un CD sin darme cuenta, tendría que volver sin el dichoso CD no sea que me pillen con él.

Plan A: Ir a los Princes Gardens y dejar entre unos matorrales el CD, compro los carteles y vuelvo a por el CD. No fue posible porque sorprendentemente habían cerrado los jardines ese día a las 6 de la tarde.

Plan B: Ir a una tienda de al lado, por ejemplo una librería y dejar el CD, sin el envoltorio de plástico y así lo hice, busqué una sección que no fuera muy solicitada, porque si dejaba el CD entre unos libros en la sección de best sellers, seguro que desparece, pensé dejarlo entre unos libros de cocina, pero al final opté por dejarlo en la sección de novelas para mujeres, esas en las que siempre sale una pareja muy contenta y las tapas del libro son rosas, que a la vista parecen todas iguales como si el mismo estúpido autor hubiera escrito todas. Bueno, pues dejé el CD entre unos libros, volví a la otra tienda y vi que había dos vigilantes en la misma puerta por la que yo salí impune con el CD sin ningún problema, entré, compré los carteles y volví para casa.

martes, 25 de septiembre de 2007

Manchester, La Telenovela















Por fin, un poco de descanso y ya os puedo escribir de nuevo.

El sábado pasado, mientras estaba en el restaurante, vi que en la barra había como unos siete cócteles para servir en las mesas, con lo cual, hice como que no me enteraba para que otro camarero tuviera que cargar con ellos, pero al ver que pasó un tiempo y nadie iba con la bandeja para ir a recogerlos, tuve que ir yo, ¡que suplicio! La verdad es que aprenderse cual es cada cóctel y no equivocarte no es fácil.

Antes de nada he de advertir que es muy difícil distinguir fonéticamente, salvo por el contexto las siguientes palabras:
Beach (playa) y bitch (zorra)

Así pues, una vez colocados todos los cócteles en mi bandeja, me fui a la mesa y con voz bastante alta para que todos me oyeran digo, Who's having Margarita, Manhattan... Continué diciendo cócteles delante de los clientes para que me fueran diciendo de quién era cada uno:

Yo: Nutty Professor (Profesor chiflado)
Hombre en la mesa: That's me (Ese soy yo)

Lo que provocó varias risas y a continuación:

Yo: Son of a beach
Mujer de unos 80 años: Yes

Y todos en la mesa se rieron al pensar que yo había dicho Son of a bitch (creo que todos sabéis lo que significa) y la abuela que me había contestado que sí se río tanto que se puso muy roja, comenzó a toser con bastante frecuencia y los acompañantes tuvieron que aflojarse la camisa y yo al ver que uno de los mánager del restaurante se dirigía a la mesa para ayudarla, yo como un perfecto caballero me alejé de la escena, no fuera que la abuela me fuera a manchar la camisa.

Cuando acabé de trabajar y volví a casa vi que en el salón había una fiesta de cumpleaños de Pablo (compañero de piso) y hay había gente por conocer.

Había un tal Iván que estaba muy acaremeladito con Manchester (así le llamo a una de mis compañeras de piso porque a veces no recuerdo su nombre y ella es de esa ciudad, aunque creo que ella se llama Rowan) diciéndole frases de Latin Lover del estilo... En España cuando un chico y una chica beben, es mirándose a los ojos y muy cerca.
Un poco más tarde, el tal Iván, me pide que imite a Rodríguez de la Fuente y a Torrente, pero la escena se convirtió en surrealista cuando me pidió que le explicara a la chica con la que él pretendía darse el homenaje, cuando me dice que imite a estos dos personajes pero en inglés y yo intentando imitar a Rodríguez de la Fuente diciendo, con la sintonía de su programa que alguien cantaba de fondo: The carpenter bird comes around it prey...

Más tarde, mientras que yo hablaba con una chica nos interrumpe Manchester cogiéndome del brazo, notablemente bebida y me dice JAANEBRA CONE TÓNNICA y yo le digo (para que se aleje) que sí que eso es Gin-Tonic en español y que lo dice muy bien.

Pero lo que se podría catalogar como de Telenovela es cuando Manchester, mientras su novio se acababa de ir a la habitación a dormir ella estaba muy juntita de Iván y se empezaron a abrazar, e incluso se dieron un pico y nosotros pensando en que al novio de ella le estaban creciendo los cuernos mientras dormía, aunque creo que no llegó a más.

La noche acabó cuando comenzamos a jugar a un juego que se llama Pirámide y el que va perdiendo se tiene que tomar chupitos de vodka y bueno yo perdí, pero gané un dolor de cabeza al día siguiente bastante importante.

martes, 18 de septiembre de 2007

Extraños Acontecimientos















Este sábado, en el restaurante que trabajo, teníamos una mesa de 16 mujeres de 30 años de media y al parecer celebraban una despedida de soltera, al menos eso es lo que yo pensé dado que llevaban sombreros extraños, diademas con formas fálicas y muchas sonrisas bañadas de champán.
Cuando ya eran las 11 de la noche y estábamos recogiendo, una de las chicas que tenía una diádema con dos cuernecitos, irrumpió en una de las barras y abrazó al camarero , que como podéis ver en la foto, cede a abrazarla, eso sí con unos ojos como enloquecidos. Quizá lo más gracioso es que varias personas sacaron sus cámaras para inmortalizar el ridículo momento, incluso yo solté la bandeja llena de vasos y saqué el móvil para hacerles la foto. Luego pensé que si en aquel justo instante me hubiera visto el mánager (o encargado) haciéndoles la foto, seguramente me preguntaría qué si no tenía nada mejor que hacer, la respuesta habría sido no.



Al día siguiente, llevaba un plato a una de las mesas, era bastante pesado y te tienes que acercar mucho al cliente para asegurarte que no haya un accidente... de todas maneras ocurrió. Una de las clientas se movió un poco para adelante y me tocó con uno de sus pechos, yo le dije que lo sentía aunque no tenía ninguna culpa, pero va la tía y se empieza a reír y dice "I know, this course is very sexual" (Lo sé, este plato es muy sexual) y mientras me dijo eso yo me quedé perplejo mirando que estaba acompañada de un "musculitos" que ni se inmutó al decir ella eso. No me preguntéis si era su novio, su marido, su jardinero, o su masajista, no me importa, lo que hice fue irme de esa mesa enseguida y en el rato que ellos estuvieran allí yo intentaría no pasar por ese pasillo, ni mirarles a la cara, al final lo conseguí...



Ayer mismo fui a la Post Office, porque al parecer mis padres me insisten en que les mande una carta, entro cojo dos tipos de sobres y le pregunto cuánto vale cada uno de los sobres enviarlo para España y me dice la empleada que si tengo la carta preparada , le digo que no, pero que sólo iría un folio y quizás una foto, después de decirle lo de la foto se quedó pensando como si fuera algo rarísimo y noté que se había quedado mirando a las musarañas mientras yo esperaba respuesta, tosí un poco para que dejara de mirar el techo y le volví a hacer la pregunta y va la tía se pone de brazos cruzados y me dice que hasta que no traiga la carta preparada, no me puede decir los precios (¿?).

Bueno, no sé que ha pasado pero desde que llevo aquí (dos meses y medio) he ganado 2 kilos 600 y mira que no he comido hamburguesas, ni otras basuras. Pensaré en ello mientras os vuelvo a escribir.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Bebida gratis, ¡oiga!















Ayer trabajaba de 12 a 4 y de 6 a cierre (el cierre ha sido a las 0.30) y en mi descanso de 2 horas, como sería mucha lata ir del centro hasta casa, cocinar y volver , me estoy acostumbrando a tomar un sándwich para la comida como un británico más (es IMPOSIBLE comer medianamente bien y a buen precio en ningún restaurante).
Generalmente me tomo el sándwich en los Princes Gardens, pero hoy me apetecía tomarlo con patatas fritas, con lo cual, me fui al MacDonalds de Princes Street me pedí sólo unas patatas fritas y además le pedí un vaso de agua, el tipo me dio sólo el vaso y me señaló una máquina de autoservicio, yo al ver Coca-Cola, Fanta, Sprite, etc, pensé... y si me pillo la bebida que quiera, quién se va a fijar, es decir, únicamente necesitas que te den un vaso y ya te puedes echar lo que quieras.

Después de comer me fui a los Princes Gardens y me senté en el césped con un libro en inglés y con las vistas que podéis ver en la foto.
Minutos más tarde me tumbé en el césped y me eché una pequeña siesta, raro en mí, y el decorado era bastante distinto: De repente pegaba el sol (que salga el sol aquí es tan difícil como acertar el pleno al 15 en la quiniela, poniendo que va a ganar el Atleti), la gente iba en chanclas y con pantalones cortos y además como estamos cerca del mar había gaviotas en el parque, con lo cual por un momento me pregunté si estaba en Edimburgo o en la playa de San Lorenzo en Gijón.





Ahora recuerdo que el pasado sábado volvía de trabajar y mas o menos eran la 1 de la mañana y reconocí a una empleada del LIDL que se parece a Whoopi Goldberg, pero con 5 tallas más e iba con una chaqueta de visón y no se cuántas joyas en su cuello, en aquel instante no pude, ni quise saludarla, porque iba en bici a todo trapo. Pero luego pensé si trabajar de cajero le va bien para llevar tantas joyas al estilo M.A. del Equipo A, o eran simples imitaciones.

martes, 11 de septiembre de 2007

Como en un libro de Bukowski















Esta tarde me dio la sensación de que había una cámara oculta siguiéndome y diré porqué.

Había ido al paki (son tiendas regentadas por pakistaníes que tienen de todo) de al lado de casa para comprar pan de molde, mientras estaba eligiendo cual comprar entró en la tienda un hombre con aspecto de ser un sin techo, pero con una sonrisa de oreja a oreja y alzando un papel. El dueño de la tienda parece ser que ya le conocía y le preguntó que le había ocurrido y sin borrar su sonrisa en ningún momento (me recordaba la sonrisa de un niño, por su inocencia y daba la sensación de que no había hecho nada malo a nadie en su vida) nos comentó que había ganado 500 libras en las apuestas de caballos y que cuando le dieron el dinero, no había visto tanto dinero junto en su vida. Comenzó a besar el boleto premiado y el dueño de la tienda y yo sonreímos cómplices de su alegría.
Nos dijo que esto para él era como una señal de que es el momento de cambiar su vida.

Lo primero que iba a hacer era afeitarse esa barba que hace un año no se corta, comprarse un traje para ir a buscar trabajo, comerse un buen solomillo en un buen restaurante. Y que si finalmente encuentra trabajo dejará esa vida de un día duermo en la calle, otro día en una casa abandonada...

A continuación, el hombre afortunado y yo salimos de la tienda y le dije que pasadas unas semanas a ver si nos encontramos en esa misma tienda y me contaba que tal le había ido. Además le recordé que ahora en septiembre hay un montón de negocios que necesitan gente para trabajar.

Y en aquel instante recordé un párrafo de "El retrato de Dorian Gray"

"Those who find ugly meanings in beautiful things are corrupt without being charming. This is a fault. Those who find beautiful meanings in beautiful things are the cultivated. For these there is hope"

jueves, 6 de septiembre de 2007

Manolo y Cia.















Desde que me mudé este pasado domingo y aprovechando que me han dado 4 días libres seguidos he estado haciendo cosas. Bueno el primero fue la mudanza, que menos mal que estaba Laura (mi anterior compañera de piso) y me ayudó con las maletas.

Como ya dije, comparto la cocina y el salón, pero el hecho de que mi habitación es bastante grande, que tengo baño propio en la habitación y nevera, aparte de la otra que tengo en la cocina, se podría decir que más que una habitación será mi casa y como podéis ver me he puesto a pintar. Si lo hago es porque le hacía falta, dado que la habitación es de color beige, pero con unas cuantas manchas negras, que si las dejo tal cual, parecería que soy más guarro de lo que pueda ser.

Al día siguiente fui a comprar la pintura y resultó gracioso ver la cara de la dependienta cuando le dije que quería una pintura de esas, que si hay una mancha puedas quitarla con un trapo húmedo y que si sólo hace falta una capa de pintura, todo esto con mi acento de Carabanchel (si es que existe). Luego me fui a la gasolinera de al lado y compré 5 tabloides por sólo una libra (los tabloides son "periódicos" por así decirlo, en los que siempre salen tías en pelotas o escándalos de famosos) para tapar el suelo y los muebles, mientras pintara.
Llevo dos día seguidos pintando de blanco, porque era el más barato, y todavía me falta una pared. Yo calculo que la habitación es de unos 25 metros cuadrados y 4 de altura, me teníais que haber visto las pintas al acabar de pintar, tenía las mismas pintas que Manolo y Benito juntos después de hacer una ñapa.

También he ido conociendo un poco a mis compañeros de piso (o de casa, porque tiene dos pisos). Está Andy que es de Belfast y trabaja de chef en un restaurante en el centro, cerca de mi restaurante, luego está una pareja que no sé ni como se llama y prácticamente he hablado con ellos, luego hay otra pareja que integran un australiano, más concretamente de Adelaida y la chica que es de Manchester. Le pregunté que si en Inglaterra había ciudades tradicionalmente playeras (vamos tan cutres y domingueras como Torremolinos, Benidorm, etc) y me dijo que a Blackpool suelen ir los jubilados.

A continuación, fui al baño de mi habitación, toqué el interruptor y la luz no se encendía, le comenté a la pareja de Barcelona si es que se había fundido la bombilla o que había ocurrido y me dijeron que el interruptor que hay al lado de la puerta, es para que salga el agua caliente de la ducha y la luz se enciende tirando hacia abajo una cuerda que hay colgada del techo del baño, me chocó bastante. Pero más aún es como se paga la electricidad, el resto de facturas va incluido en la mensualidad excepto la electricidad. Al lado de la puerta principal hay una especie de contador que dice el crédito que queda y cuando va habiendo poco crédito hay que ir con una llave de plástico a un paqui (las tiendas de los paquistaníes tienen de todo: comida, bebida, prensa, puedes cargar el móvil ahí, y también como decía, puedes cargar más crédito de electricidad con la dichosa llavecita, si un día se quedará sin crédito, hay 5 libras de emergencia, pero mientras esté funcionado esa reserva, sonará una alarma como si hubieras robado un coche en un concesionario, así que habrá que estar atento para que no ocurra.

Para cenar me iba a hacer unos espagueti con tomate y carne picada, pero no encontraba un abrelatas para el tomate, menos mal que estaba Andy, que sacó un abrelatas eléctrico, le dije que sería perfecto para Homer Simpson, dado que tú te quedas con la lata en la mano quieto y sin hacer nada que la dichosa máquina ya da vueltas por tí y te abre la lata, mientras tú estás viendo la tele por ejemplo.

Ah, y al parecer los jueves por la mañana hay que dejar los cubos en la acera de la calle (sí, sólo una vez por semana), porque si no los sacas del jardín, el camión de la basura pasa de largo y te podrías quedar toda una semana acumulando basura sin que nadie venga a recogerla.

Bueno ahora me tocan cuatro días currando y no sé cuando acabaré de pintar la habitación.

lunes, 3 de septiembre de 2007

Bailando funky















El pasado sábado, mientras trabajaba en el restaurante (aquí os dejo una foto de la entrada) sucedió algo bastante curioso cuanto menos.
En este restaurante hay bastante trabajo, por no decir demasiado y el sábado hay el triple de trabajo que cualquier otro día. Bueno... como iba diciendo, este pasado sábado eran las 10.30 de la noche, más o menos y el comedor que tiene capacidad para 150 personas, estaba a reventar y mientras nosotros llevábamos 3 platos o 4 de una vez hasta las mesas a un ritmo endiablado, hasta que... va y salta la alarma anti-incendios. En aquel mismo instante estaba en la cocina recogiendo platos. Nos dice el mánager, o el encargado, que no nos preocupemos, que no pasa nada.
Me dirijo hacia el comedor y veo que todos los clientes siguen sentados a pesar de que la alarma sonaba ruidosamente y había varias luces rojas encendidas (las mismas sirenas que usan los polis yanquis en las películas, pero colgadas en el techo).
Me hizo gracia, porque el restaurante podía estar ardiendo, pero todos los clientes seguían sentados comiendo sus exquisitos platos y en un salón que hay al lado del comedor había gente bailando funky (dado que los sábados, después de tocar un tío con el piano, el ambiente se pone más festivo) con las sirenas anti-incendio sonando a todo trapo, la luces parpadeando y la música seguía como si aquí no pasara nada.

A continuación, volví a la cocina para ir a por más platos, regresé al comedor e iba a dejar los platos en una de las mesas y decir aquello de: Who's having Chicken Linguine and Seafood Risotto, para que me digan de quién es cada plato, y a todo esto con la alarma todavía funcionando unos de los clientes se me queda mirando como diciendo: Estoy comiendo mientras está sonando la alarma... que coño es todo esto.
Pasaron unos minutos y desapareció la alarma, en ese justo instante la gente se puso a aplaudir, pero un minuto después volvió la dichosa alarma a funcionar.

Mientras seguía funcionando la alarma y seguíamos sin saber a que era debido, estuve dándoles unas clases de español a mis compañeros, que después de decirla yo, la repetían el escocés, el inglés, la canadiense y la finlandesa. Frases como: "Toros, paella y olé", "Chicas calientes", "Mucho frío aquí, pero menos en mi casa", "Una de bravas, por favor" o "Escocia" que a pesar de que la repetí varias veces, los cuatro al unísono decían Eh-cocía y yo intentaba decirles que eh-cocía como ellos decían significa otra cosa...

Con la coña de que hay un español trabajando con ellos, no sé como consiguieron la canción Bulería de Bisbal y la pusieron en la cocina, mientras sonaba la alarma de fondo y se me quedaron mirando como si yo de repente fuera a dar vueltas como una peonza como hace Bisbal, yo que de vez en cuando me considero una persona con cabales, les dije que no tenía ni idea. Así que se pusieron todos a hacer movimientos extraños que pretendían imitar a las sevillanas, a pesar de que yo no tengo ni idea de bailarlas y por último antes de que se restableciera la normalidad, pusieron esa canción de los Bee Gees que sale en la peli Fiebre del Sábado Noche, creo que se llama Stayin' Alive ahí nos soltamos bailando como si fuéramos unos vulgares imitadores de John Travolta y cantamos la canción (yo más bien dije eso de: Ah, ah, ah, ah, espenemela, espenemela).

Bueno, pues por fin, acabó la alarma y, con ello la fiesta que habíamos hecho improvisadamente.

Me contarían luego, que en uno de los baños alguien se puso a fumar y echó el cigarrillo mal apagado en la papelera. Cosa rara porque en ningún restaurante, ni bar, se puede fumar y tuvo que ir uno de los trabajadores con extintor en mano a sofocar las pequeñas llamas que habían en la papelera.