sábado, 14 de julio de 2007

Cómo conseguir una bicicleta y no morir en el intento

Bueno, ya estoy asentado en el cinematográfico barrio de Leith (aquí se rodaron escenas de Trainspotting)
El pasado jueves, a través de una página web contacté con alguien que quería vender una bici y yo necesitaba una, dado que en esta ciudad es una de las mejores formas de moverse. El tipo me dejó la bici por 50 libras (75 euros) el tío es del barrio de Clermiston y desde donde yo vivo hay para un rato. Luego hablamos por el móvil y me dice que desde donde vivo debo coger el 21 y le digo en 30 minutos llegaré...que
inocente soy. Subo Leith Walk y no veo el autobús 21 pregunto a la gente y me dice, estará más adelante, pregunto de nuevo y me siguen diciendo lo mismo hasta que al final, de tanto andar, acabo en Princes Street, que es como la Gran Vía de Madrid (porque es una gran avenida en pleno centro y tiene un montón de tiendas). Pero desde casa hasta Princes son 40 minutos andando y todavía no tenía ni idea de que autobús coger hablo con la gente y me dicen que es el 26 el que debo coger, son unos 25 minutos el viaje en autobús. Problema, yo más menos me conozco el centro y norte de esta ciudad, pero acabé en una gran zona residencial en la zona oeste, empiezo a ver los nombres de las calles y no tenía ni idea de donde cojones estaba, pregunto a alguien y este tenía un acento escocés marcadísimo y casi no me enteré de nada, pero yo proseguí el camino. Un buen rato más tarde, veo al mismo conductor que me dijo en que parada de Clermiston me tenía que bajar (debe ser que por ahí acaba la linea de autobús y da la vuelta) se para y me dice "perdona debi decirte que te bajaras 5 paradas después" le miro con mala cara y le digo: OK, It doesn´t matter (Vale, no pas nada). Continúo andando, pregunto a un viejo y me dice que tenía que volver y bajar unas calles y yo intentando mirarle a los ojos dado que sus gafas estaban llenas de roña le digo "¿está usted seguro, es que de hay vengo?" Al final le hice caso y POR FIN llegué a la dichosa calle, pero eso no es todo, yo tenía que ir al nº 19 y cuando llego al nº 31 el siguiente bloque era el 13, tras unos minutos pensando si aquí hubo un terremoto y por eso desaparecieron los números que faltan, decido meterme por un descampado y sorpresa!, encuentro el dichoso nº 19, pero cuando llego sale una mujer que luego me diría que es filipina y le pregunto que si su hijo Tom está en casa, me dice que no tiene hijos y que la bicicleta es de su marido, yo le pido disculpas y me dice que si quiero puedo probar la bici, mientras espero que venga el marido. En ese momento pienso, y si me voy pitando con la bici, me sale gratis y además el tipo vive a tomar por culo con respecto de donde yo vivo, pero no se que pasó que no lo hice. Cuando llega el tío le pago los 50 pavos y le pregunto como se vuelve a donde yo vivo, me hace unas indicaciones muy fáciles (cosa que me sorprendió) pero yo no se que pasó que acabé perdido, y cundo vi un cartel que poniá: Edinburgh Bypass - Glasgow - Stirling, me empecé a tirar de los pelos (el Bypass es equiparable a la M-50 de Madrid), me paro en una gasolinera para preguntar y veo una dependienta diciendole una clienta: Fuck Off (Que te jodan) como 20 veces y la acabó sacando de la tienda de las gasolinera, a mí que me daba igual dado que quería volver a casa le pregunto al otro dependiente como llegar hasta mi casa, el tío me notaría el acento extranjero (totalmente lógico) me empieza a deciir: sigues esta misma carretera y cuando veas una glorieta con un supermecado amarillo al lado (en ese mismo instante coge una caja de cereales amarilla y la señala (como si yo fuera gilipollas).
Luego, continúo un itinerario que era sólo para peatones o ciclistas, increiblemente bonito porque te metes en un callejón y de repente, es todo al aire libre como el típico camino de pueblo con un montón de vegetación y veo que pone Leith, 7 millas (unos 11 km) y pienso que ya llevo 40 minutos en bici...

Veo a unos chavales y les pregunto por Leith, me dicen que no saben, que pregunte a esos dos tíos que hay al lado de espaldas. Craso error, porque cuando se dan la vuelta para que les pregunte, veo que son dos tíos con no más de 30 años totalmente yonquis (por el aspecto) tenían la mirada perdida y además debajo de los ojos tenían unas marcas moradas, como lo que se ponen los que juegan al fútbol americano, pero en este caso era natural. El tío mas o menos me indica para donde he de ir y justo en ese mismo momento veo que el otro yonqui se aleja, asi que al poco de decirle Thank You, el tío sale pitando detrás de su compañero de juergas (fue entre grotesco y gracioso por el modo en que corría)

Pregunto a otro hombre para ver que esta vez, por fin voy bien (he de decir que la gran mayoría de los escoceses son muy amables, pero debe ser que este día me tocaron todos los que no tenían ni idea de los sitios) me indica como ir y me pregunta que de donde soy, le digo que español y el tipo me empieza a decir que estuvo en Santiago yendo de rodillas hasta los últimos metros de la Catedral, yo le demostré que no estaba muy interesado dado que salí corriendo en bici y...agotado, pero llegué por fin a casa.
Conclusión: Salí de casa a las 5 y volví con la bici a las 9 y media

3 comentarios:

Sebastián Ortega dijo...

Es increíble que te pase algo así a tí con el sentido de la orientación que tienes. No me quiero ni imaginar que va a ser de mí cuando esté por allí...

Lo de los yonquis con los ojos morados es mazo de chungo, ni puta idea de lo que se meten. Y más existiendo alternativas sanas... (te mandaré un correo)

Ed dijo...

Labios azules, ojeras azules... vaya mierda que se meten por europa ^^U

Creo que tendré que mirar cómo de bien se anda en bici por Glasgow ¿no importa el clima? Porque joder, como esté siempre lloviendo te tienes que poner guapo yendo en bici.

Muy buena la odisea :D Mantennos informados!!

Sr. Rivera dijo...

La historia me ha conmovido, me recuerdas a mí cuando tenía tu edad e iba en bicibleta por Edimburgo. Oh, que tiempos.