jueves, 4 de octubre de 2007

Jornada Accidentada















(Tonecas aguardando en camilla al doctor)

Hoy, salí de trabajar pronto, serían las 2.30 de la tarde y como siempre hago cogí la bici para volver a casa y cuando iba a mitad de camino, no sé que pasó si habría alguna piedra o una imperfección en el asfalto, que perdí el control de la bici y aunque el ser humano suele cubrirse la cabeza con los brazos de manera instintiva, yo no pude, porque tenía las manos en los mandos de la bici, y me caí del lado derecho dándome un fuerte golpe en la cabeza y en el codo.

En el suelo e intentando coger la bici a toda prisa, dado que estaba en medio de la carretera, miré para atrás y vi un autobús que venía a toda prisa dónde yo estaba, pero, como en las películas, pegó un frenazo tal, que se quedó clavado a escasos centímetros de mí.
Dos personas me auxiliaron, una llamando a la ambulancia y la otra dándome un kleenex, mientras miraba a mi frente como si fuera algo desagradable. Me toqué la frente por la parte derecha casi en la sien y noté que tenía un huevo del tamaño del de una avestruz y que además había dos heridas que sangraban notablemente. Llegó la ambulancia, vi que prácticamente habían cortado la calle entre coches de policía y tal, por un momento pensé que esta cobertura desproporcionada daba la sensación de que Elizabeth II estaba aquí de visita y le había dado un infarto.
Me tumbaron en la camilla, un policía me hizo varias preguntas y yo le pregunté por la bici, él me dijo que la iban a dejar en comisaría y que cuando pueda podré ir a recogerla.
Me llevaron al hospital con dicha ambulancia dos tíos superamables y me dejaron en una camilla poniéndome una máscarilla con oxígeno (reconozco que me estaba adormilando poco antes de que me lo colocaran, no sé si quizá estaba a punto de perder la consciencia. Afortunadamente no fue así) como si fuera un viejo a punto de morir o algo así, aguardé 2 horas y media sin que me dijeran nada, me fui al baño y cuando me vi en el espejo, pensé que Freddy Krugger me había dado un zarpazo en la frente.

Afortunadamente, me hicieron Rayos X y aparte de un cerebro con pocas neuronas, no ha habido rotura de cráneo. Me estuvieron limpiando las heridas y les pregunté si me iban a poner unos puntos, pero dijeron que no era necesario y me pusieron unas tiritas con una especie de parche por encima que parece que tengo una compresa o algo así en la cabeza.

Ahora que lo pienso podía haber sido peor.

Por lo demás, cuando llegué a casa para hacerme algo de cenar, conocí a mis nuevos compañeros de piso (recordáis, esa pareja que ella es de Corea del Sur y él de Líbano, son muy amables y tal, aunque yo preferiría gente más animada, pero no se puede pedir todo.

Moraleja: Aunque parezca un pringao' a partir de ahora usaré el casco.

5 comentarios:

Sebastián Ortega dijo...

¿Pero estás bien? ¿Te quedará marca?

Tonecas dijo...

No lo sé, aunque ya sabes que no me parezco a Brad Pitt ni nada de eso...

Sebastián Ortega dijo...

Por aqu'i dicen que te pareces a uno de los polacos de nuestra residencia.

Ed dijo...

Joder,vaya un susto. Espero que te recuperes pronto y bien.

Dr. Flobert dijo...

Bueno Tonekas, ya sabes lo que siente Mick Foley, Sabú, HBK y compañía cada vez que les abren la crisma. A ver si te queda cicatriz, eso te hará parecer más duro. Por cierto, mete más chicha al blog: drogas, putas, delincuencia, marginalidad... que esto es más inocente que los lunnis